A diferencia de otros browsers, Chrome cuenta con una versión de Flash incorporada dentro del navegador.
Así, la compañía promoverá -como otros desarrolladores de navegadores- el uso de HTML5, por ser más eficiente en el uso de los recursos de la computadora y por ser más seguro, tanto por los problemas de seguridad de la plataforma en sí como por el uso de falsos alertas que recomiendan actualizarlo y son, en realidad, código malicioso.
El impacto se notará, sobre todo, en avisos y videos; de hecho, YouTube (propiedad de Google) abandonó hace tiempo su versión en Flash (lo que trajo algunos problemas a los usuarios de los primeros Smart TV) para apostar por la que se carga en HTML5.
A mediados de julio último Firefox tomó la decisión de comenzar a bloquear la carga de elementos hechos con Flash en páginas web por los mismos motivos.