Delitos informaticos en Uruguay
Muchas veces escuchamos hablar de los delitos informáticos sin comprender la magnitud de este tipo de omisiones. La Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado (D. G. L. C. C. O.) e INTERPOL a través del Departamento de Delitos tecnológicos de la Jefatura de Policía de Montevideo, recibe mensualmente varias denuncias con notorios resultados en resolverlas.
Para dar a conocer más a fondo esta situación dialogamos con el Sub Director, Comisario Inspector Gustavo Mariosa quien nos acercó a este terreno aún desconocido por muchos uruguayos.
La gama de delitos tecnológicos es muy amplia y se expande a grandes pasos, a causa de la herramienta informática. Estos van desde: la producción, distribución y explotación de la pornografía infantil; hasta lo que se denomina ciberacoso; que es la situación en la que una persona logra ingresar en la casilla de correo electrónico u otro sistema de manejo personal de otra y una vez que se nutre de su información privada, comienza a absorberle datos mediante una especie de jaqueado. Así, utiliza esta información para molestarlo en forma progresiva, tanto a él como a su círculo de allegados, con el fin de desprestigiarlo.
Allí se ingresa en una serie de situaciones que quebrantan la normativa vigente; los delitos que se le pueden imputar van desde violación de correspondencia, difamación, violencia privada hasta extorsión.
Esta última es un delito que se ha venido dando comúnmente; por ejemplo: una pareja que mantiene un vínculo amoroso decide filmarse manteniendo relaciones sexuales para mantenerlo en la intimidad; pero una vez que rompen relaciones, la que tiene ese video lo utiliza para perjudicarla y desacreditar a la otra.
Se da en nuestro país tanto en hombres hacia mujeres y viceversa, lo que se ha llevado ante la Justicia a varias personas.
En nuestra legislación no está punido el consumo ni el almacenamiento de material pornográfico; sí la producción y distribución, así como también la explotación de imágenes con contenido sexual de menores de edad.
Casos tan simples como recibir en un mensaje y reenviarlo, ya sea a través de facebook, correo electrónico o WhatsApp, que son aplicaciones para celulares capaces de soportar videos, nos ponen como cómplices de ese delito; muchas veces sin el conocimiento de quiénes lo realizan.
Agrega Mariosa que -“al día de hoy se puede apreciar un aumento del fenómeno; este va acompañado de una mayor confianza en denunciar los ilícitos. Sucede porque la Policía se encuentra equipada con tecnología de última generación.
También porque el personal está capacitado para trabajar profesionalmente, actualizándose en forma constante para atender la problemática, porque se preserva la identidad de los denunciantes, denunciados y sus familiares, y porque los procedimientos se trabajan con una transparencia y abnegación a la altura de las circunstancias, que le prestan las garantías al caso, brindando protección.
Muchas veces esos episodios delictivos despiertan en el público un tipo de interés y una preocupación, pero lo que realmente llama la atención a la gente es la cantidad de casos que están siendo aclarados en los últimos tiempos, cosa que lleva a la población a identificar y denunciar”.
También se utiliza la herramienta informática para delitos financieros, mayormente creando una historia ficticia de ser sobrino o pariente de alguien muy adinerado y que va a recibir una herencia abultada si realiza un aporte a nombre de alguien, lo que conlleva a que personas vulnerables a este tipo de manipulaciones caigan en la trampa.
El Departamento de Delitos Informáticos ha hecho presentaciones en el caso de prevenir los diferentes tipos de delitos informáticos, enseñando a los mayores, que muchas veces carecen de conocimientos informáticos para monitorear lo que hacen sus hijos frente al computador.
Estas presentaciones sugieren y brindan herramientas a los mayores para que tengan conocimiento de aquello que sus hijos ven y realizan en Internet; con quién comparten las redes sociales, el tiempo que pasan, las personas con quiénes se comunican; al punto de lograr una confianza en saber las contraseñas de los perfiles de sus hijos, para así acercarse cibernéticamente a ellos.
Sugiere que los padres se creen un perfil propio en las redes sociales y soliciten ayuda a los hijos, sentarse a su lado y que ese vínculo de confianza lleve a que no haya restricciones en lo que ellos manejan, más que lo que pueda ser perjudicial.
La intención es monitorear su comportamiento frente a la computadora, porque muchas veces ellos creen que están frente a una persona que no es tal y que está manipulando un perfil para acercarse a ellos, con intención de beneficiarse de la inocencia de los menores.
Para contactarse con el Departamento de Delitos Tecnológicos se puede hacer a través de la web www.policia.gub.uy, por el correo electrónico: delitosinformaticos@policia.gub.uy o por el interno 152 2296.
Montevideo, marzo de 2014
Dpto. Prensa y RRPP – JPM