China quiere dejar Windows y tiene apuro
Hace años que China que el Comité Central del Partido Comunista chino aprobo un plan para que todos los servicios gubernamentales reemplacen, en un plazo máximo de 3 años, todos los equipos de hardware y sistemas operativos de origen extranjero que vienen usando por equivalentes nacionales, que cumplen la condición de ser "seguros y controlables", tal y como establece la Ley de Seguridad Cibernética china de 2017.
China quiere dejar de depender de Estados Unidos en el segmento tecnológico. El gigante asiático ha tomado una nueva decisión para seguir en su camino de “independencia tecnológica”. Parece ser que el siguiente paso, ya que actualmente tiene capacidad de producir su propio hardware informático, es pasar sus equipos informáticos a Linux.
La “independencia tecnológica” de China no es algo nuevo. El gigante asiático lleva años invirtiendo en la fabricación de sus propios procesadores, gráficas, memorias, etc. Actualmente, están muy cerca de conseguirla, con productos que están cerca de competir con soluciones de Intel, AMD y NVIDIA. Parece que el siguiente paso es dejar de utilizar Windows, el sistema operativo de Microsoft, y usar Linux.
China quiere que sus ordenadores utilicen el sistema operativo Linux
El medio Bloombeg destaca que Xi Jinpin, máximo dirigente político de China, ha iniciado un nuevo plan de reconversión. La administración pública en todas sus ramas cambiará los equipos informáticos con hardware extranjero por equipos fabricados en el país. Se ha solicitado a las empresas que hagan lo mismo, aunque de momento, parece que no se les obligara.
Dicho proceso de cambio no será a lago plazo, sino que la idea es que sea algo rápido. Existe un plan de cambiar en dos años todos los equipos informáticos de la administración. Una tarea titánica si tenemos en cuenta que solo las agencias del gobierno central tienen unos 50 millones de ordenadores.
Quienes se verán perjudicados por este movimiento son Dell y HP, mientras que Lenovo y Huawei serían las más beneficiadas. Microsoft y Adobe también se verán seriamente perjudicadas en favor de Kingsoft y Standard Software.
Todo parece apuntar a que Windows será reemplazado por distribuciones basadas en Linux. El mejor situado sería Deepin, una versión de Linux de desarrollo chino. Adicionalmente, esta HarmonyOS, el sistema operativo desarrollado por Huawei tras el veto y los ataques sufridos desde Estados Unidos.
Un conjunto de cambios que busca acorralar a Estados Unidos. Ambos países llevan tiempo en una guerra económica por ser la potencia económica del mundo. Los aranceles de Estados Unidos impuestos a China les han perjudicado más a ellos que al gigante asiático.
¿Quién tiene más que perder en esta guerra?
La posición de debilidad en estos momentos es de Estados Unidos, que tiene gran dependencia de China. Actualmente, la gran mayoría de fabricantes de chips, sustratos y otros elementos para fabricar componentes están en China.
Si el gigante asiático deja de comprar a los estadounidenses, la rueda de la economía se para. Esto supone dar dinero a los chinos por parte de los estadounidenses y que no vuelva a sus arcas. Algo que terminaría generando una importante crisis económica y quien sabe que más.
Este temor es el que está llevando a Europa a hablar con Intel y otros fabricantes de chips. Quieren que existan plantas de fabricación en suelo europeo para evitar un descalabro importante. Posicionarse como alternativa a China no resultará nada sencillo por las legislaciones y los salarios, mucho más altos en Europa.
Vamos, que China va a lo suyo y lo tiene claro, y los demás, que se busquen la vida. Quien está en una posición de debilidad es Estados Unidos y Europa está expectante para ver que pesca en este río revuelto.