La historia de viaje de Nadina
Se mudaba de Berlín a Punta del Este, pero un error en la aerolínea la desesperó: “Creo que me voy a morir” Su equipaje quedó en el olvido y el personal de la compañía tardó mucho tiempo en trasladar sus valijas de un país a otro, pero finalmente lo resolvió; la mujer no sabía si las iba a recuperar y estaba preocupada porque tenía equipaje indispensable de Nadina se vio obligada a empezar una nueva vida sin sus pertenencias, pero todo cambió cuando tuvo respuesta de la aerolínea Nadina se vio obligada a empezar una nueva vida sin sus pertenencias, pero todo cambió cuando tuvo respuesta de la aerolínea Mudarte a otro país no es una tarea fácil, mucho menos si se trata de uno que está en otro continente. Nadina decidió cruzar las fronteras de Alemania y voló desde Berlín hasta Uruguay, en busca de una vida nueva y experiencias fuera de lo común. Llevaba consigo siete maletas en las que trasladaba todas sus pertenencias, objetos de valor sentimental, su medicamento psiquiátrico e incluso su herramienta de trabajo, pero nunca se imaginó que una aerolínea le haría pasar los días más estresantes de su nuevo comienzo al extraviarlas. Tomó un avión de Berlín hacia Madrid, con la ilusión intacta; pero, al hacer una escala para viajar de la ciudad española hacia Punta del Este, Uruguay, no volvió a saber más sobre su equipaje. Narró su historia a través de sus redes sociales, pero detalló que no se trataba de artículos que pudiera reemplazar fácilmente, sino que sus maletas significaban su vida, porque además ella viaja Después de tres días, Iberia se hizo cargo del extravío y citó a la joven para devolverle sus valijas. Ella acudió a recogerlas con el miedo de que estuvieran incompletas o que en el viaje se hubiese dañado algo, pero dentro de lo que cabe recuperar “su vida”, como ella lo expresó, fue un gran alivio y la hizo volver a sentar cabeza.
Al final, tuvo sus siete maletas en las manos, aunque con algunos desperfectos: un candado roto, algunas de ellas abolladas, pero al parecer la mayoría de sus cosas estaba en perfectas condiciones. “Dentro de todo, el final es feliz, si así quieres llamarlo, más allá de la incertidumbre verlas hoy me devolvió un poco el equilibrio”.
La historia de Nadina narra la subjetividad con la que muchas veces se mira una mudanza, sin ponerse en los zapatos de aquellos para quienes unas maletas significan su vida entera y muchos años de trabajo. Dicen que viajar con la vida propia en una mano es de lo más arriesgado y valiente que se puede hacer.