¡Cuidado con lo que publicas en Facebook!

Frente a la ira, el sentido común aconseja calmarse y respirar un par de veces antes de verbalizar la bronca. Cuando se trata de redes sociales, el consejo adquiere mas valor, porque en internet, a diferencia de lo que ocurre en el mundo en vivo y directo, muchas veces a las palabras no se las lleva el viento.

A veces publicar en la red trae consecuencias imprevistas, incluyendo un tour involuntario por los juzgados. A modo de ejemplo, el año pasado unos adolescentes de Nueva Palmira colgaron un video en YouTube donde mataban a golpes a un perro, provocando la ira popular y varias denuncias. Más reciente, la publicación del video privado de Chris Namus también genero consecuencias judiciales.

Pero hay asuntos más domésticos que tienen sus complicaciones. El año pasado, en la ciudad de Tala, Canelones, una mujer no quedó conforme con las condiciones en que un inquilino entregó la casa, propiedad de su madre. Como respuesta tuvo la idea -no del todo aconsejable, por lo visto- de manifestar su desconento en su perfil de Facebook. Una disconformidad que incluyó los términos "pichi, abusador y mugriento".

El perjudicado no se quedó quieto. Pueblo chico, infierno grande. Y más si en el pueblo tienen Facebook. El comentario voló por la red y afectó al inquilino laboralmente, por lo que presentó una denuncia por difamación. Y aunque los comentarios fueron retirados, la Justicia consideró que ya era tarde: la mujer terminó procesada sin prisión.

La doctora María Luis Tossi, profesora de derecho informático en la Universidad de la República, dice que existe cierta inconsciencia en la gente sobre sus publicaciones en las redes sociales, y una falta de valoración de su difusión.

Marca como emblemático un caso de "bullying" de hace unos años, en el que los padres de un alumno de un colegio privado recurrieron a la Justicia para denunciar los abusos que su hijo recibía de sus compañeros vía mail. Fue de los primeros casos en que se evaluó la agresión por medios electrónicos.

Si bien los casos de difamación o amenaza por redes sociales pueden existir, Tossi cree que muchos no se denuncian porque hay una falsa creencia de impunidad, no sólo en el agresor sino en el agredido, quien a veces asume que no puede defenderse de una agresión por internet. Pero si bien muchas veces es difícil verificar la identificación del agresor, también hay respuestas.

No es un caso aislado. El año pasado, una conocida empresa de cursos de informática presentó una denuncia por difamación contra una ex alumna. La misma se había considerado estafada por la empresa y por medio de Facebook invitaba a un escrache frente a la sede de la firma. Según se informó en varios juzgados, existen causas pendientes por comentarios en la red.

Tossi dice que un concepto manejado en derecho informático es el de "equivalencia funcional", que todos deberían tener en cuenta. Implica actuar en la red de la misma manera que en la vida real, debiendo ser ambos actos sancionados con la misma vara.

Así que, para la próxima, cuidado con lo que se publica en Facebook. La consecuencia puede ser más que la ausencia de un "me gusta".

                                                                                                                                                      Fuente El PAIS