SEGURIDAD FINANCIERA
El usuario del sistema financiero suele ser uno de los eslabones más débiles en la cadena de la protección de la información digital. ¿Por qué? Porque tiene contraseñas débiles o compartidas, porque navega por la web sin mayores cuidados… Por desconocimiento, en general. En ese aspecto, a fin de prevenir riesgos derivados del robo de datos, los cuales son graves porque suelen traducirse en robos de dinero (mediante compras no autorizadas, por ejemplo).
Para evitar estas vulnerabilidades el primer paso es conocerlas. Los errores más comunes que se cometen en el uso de las plataformas digitales financieras están relacionados a aspectos como la debilidad de las contraseñas, el exceso de confianza o la despreocupación por el software de seguridad. En consecuencia, re tres cosas recomendables:
- proteger las claves de acceso
- mantener actualizados los programas computacionales y
- contratar sistemas de protección para navegar por Internet.
Un error común es dejar visibles las contraseñas que se utilizan tanto para acceder a servicios bancarios en la web como para usar cajeros automáticos. No es aconsejable tener “confianza hacia otras personas” a las que a veces les “cedemos nuestros datos por temas de apoyo o consultas”. También recomienda evitar compartir información sensible en conversaciones. Por ejemplo: si usamos como pregunta de seguridad cuál es el nombre de nuestra primera mascota, no revelar que nuestro primer perro se llamaba ...... en una charla con un extraño. La fecha de nacimiento o el nombre de los hijos nunca son buenas ideas para una contraseña. La razón: otras personas también pueden saber esos detalles.
Actualice su software
Las actualizaciones, comenzando desde las correspondientes al sistema operativo de cada aparato, no son solo para disponer de las interfaces más recientes o novedosas, como muchas veces se piensa. Generalmente las nuevas versiones de un programa también traen mejoras de seguridad. “Parches”, las actualizaciones, “son procesos simples que se pueden hacer a través de Internet”. La mayoría de veces el propio programa informa de que existe una nueva versión disponible. Cuando se reciben esas notificaciones es recomendable aceptarlas, así como fijar un cronograma de actualización automatizado.